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La primera vez

La primera vez

Notas

Deprimida, Cristina Fernández jura que es inocente en la causa del Dólar Futuro. Claudio Bonadio,  que acaba de procesarla, piensa exactamente lo contrario. Para el juez federal la expresidente es responsable del delito de «administración infiel con perjuicio al Estado», porque autorizó al Banco Central a vender dólares en el mercado de futuros a un precio que implicaría un formidable negocio en una probable devaluación. Bonadio también procesó a Axel Kicillof, exministro de Economía, y a Alejandro Vanoli, expresidente del Banco Central. Como Su Señoría cree que CFK y sus exfuncionarios no se van a escapar ni entorpecer la pesquisa judicial, dejó a todos en libertad y  además pueden salir del país, con una previa comunicación formal a Comodoro Py.

«El irregular, ilegal e ilegitimo despliegue de esta operatoria realizada por los imputados al amparo de un legítimo instrumento de política monetaria, se llevó a cabo una maniobra por la cual se obligó abusivamente a la autoridad monetaria con cifras descomunales y en perjuicio del Estado Nacional», sostiene Bonadio para justificar el primer procesamiento a Cristina, Kicillof y Vanoli. De esta manera, el juez federal contradice la argumentación defensiva de la expresidente y su equipo, cuando alegaron que sólo se trató de una cuestión política no justiciable.

La decisión procesal de Bonadio no cuestiona las facultades que puede tener un Presidente, sino el supuesto delito que esas decisiones pueden ejecutar. Y en este sentido, su dictamen cierra en sí mismo: «Ha quedado demostrado que la operatoria de venta de futuros de dólar, desplegada por el B.C.R.A. entre los meses de septiembre a noviembre de 2015, tuvo como único objetivo derrumbar los valores negociados en la plaza local de estos contratos, para fijar cotizaciones bajas de cierre de dichos contratos, en línea con el tipo de cambio, pretendido y pregonado por la máxima autoridad del Poder Ejecutivo Nacional».

Precisamente, para Bonadio, esa política monetaria causó un daño irreparable al Estado y por eso tiene que ser condenada.

El juez federal es un cazador consumado y siempre mira de frente a sus piezas. En los próximos días, y así lo puso por escrito, espera que CFK y los otros procesados pasen por su juzgado para ser «notificados de su nueva situación procesal». Es decir, Cristina deberá subir los catorce escalones de Comodoro Py para encontrarse cara a cara con el primer magistrado que ordenó su primer procesamiento penal.

Bonadio la aguardará con su conocida mirada de poker.

Aprendió de su maestro Carlos Corach que se come frío.

leviabon