Marcelo Tinelli dio una clase de derecho constitucional a la exfiscal Viviana Fein, que ya pasó a la historia por haber fracasado en la investigación del asesinato de Alberto Nisman, el fiscal federal que denunció por presunto encubrimiento a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, tras haber firmado un escandaloso Memorándum con Irán. El artículo 14 de la Constitución Nacional asegura que «todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita (…) de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa…». Parece que Fein olvidó este artículo básico de la Constitución y Tinelli se lo recordó.

Hace unos días, la exfiscal amenazó con demandar al conductor de televisión si su nombre y figura aparecía en Gran Cuñado, la parodia política que divierte en la pantalla de canal 13. «No soy política, no soy de la farándula, ya no soy funcionaria pública. No estoy dispuesta a que me ridiculicen», dijo a La Nación. Y después, para ratificar su posición, envió a Artear (canal 13) una carta documento que viola el espíritu y la letra del artículo 14 de la Constitución Nacional.

Fein no investigó el crimen de Nisman, siempre intentó desviar la pesquisa hacia la hipótesis del suicidio y cuando ya no tenía injerencia en el expediente hizo declaraciones que pusieron al desnudo su incompetencia profesional. Es patético pensando en su pasado rol institucional, pero Fein sin dudas podría divertir a la cuantiosa audiencia que sigue a Tinelli. La exfiscal ya forma parte de los esperpentos que habitualmente salen por televisión.

Si se me permite la sugerencia, la caracterizaría con un Buraco, el juego de salón que calma sus horas de ansiedad cuando recuerda que hizo muy poco para encontrar a los responsables del asesinato de Nisman.

El móvil ya lo tenemos.