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Francisco cazó un espía en Roma

Francisco cazó un espía en Roma

Notas

Esteban «Cacho» Caselli fue un advenedizo que hizo negocios con el Vaticano, cuando Carlos Menem ocupaba la Casa Rosada. Era un enemigo declarado de Jorge Bergoglio, que sabía de sus trapisondas con los personajes más oscuros y conservadores de la Iglesia Católica. Caselli operaba contra Bergoglio a través de la SIDE, que ejecutaba su agenda con la venia de Jaime Stiuso, un espía todo terreno que hizo fortuna pinchando teléfonos y compilando información de los protagonistas más poderosos de la Argentina. Stiuso conocía el peso específico de Caselli en las catacumbas de la Iglesia y no dudó en nombrar a Alejandro Colombo en la estación de la SIDE en Roma. Colombo era un peón de Caselli (foto), fue manejado por los cardenales más oscuros de la curia romana y no dudó en perseguir a Bergoglio cada vez que llegaba al Vaticano. Ahora, la Agencia Federal de Inteligencia (exSide) nombró de nuevo a Colombo en Roma, cuando las relaciones diplomáticas y políticas entre Francisco y Mauricio Macri no pasan por el mejor momento.

caselli

Colombo llegará a Roma con el status de agente de inteligencia y esa información ya fue suministrada al Vaticano. El Papa consideró que era una operación política de Macri y se lo comentó a Gustavo Vera, un legislador porteño con ingreso irrestricto a Santa Marta. «Colombo está fuertemente vinculado a Stiuso y Caselli, las personas que más han enfrentado a Francisco», dijo Vera para que no haya dudas. El AFI tiene como jefe formal a Gustavo Arribas (foto), un escribano que no sabe nada de inteligencia y llegó a ese puesto por su relación personal con Macri. Al lado de Arribas está Silvia Majdalani, una dirigente política todo terreno que en su momento trabajó para Menem, y ahora es subdirectora de la AFI. Majdalani no puede ignorar que Colombo persiguió a Francisco cuando era Bergoglio y sabía que Caselli hacia negocios y operaciones políticas apoyado por la curia romana.

arribas

 

Macri debería cancelar la designación de Colombo y Francisco agradecer ese gesto institucional. Poca cosa para un Presidente y un Papa, que tienen preocupaciones más importantes en su agenda política.