Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa lograron un equilibrio en las listas de Buenos Aires y la Ciudad que representan su propio poder interno en la coalición de Gobierno. No hubo vencedores ni vencidos.

El Presidente colocó las cabezas de lista en los dos distritos -Victoria Tolosa Paz y Leandro Santoro- y evitó que La Cámpora avanzará en Balcarce 50 con la excusa electoral de desplazar a Santiago Cafiero desde la Jefatura de Gabinete a Diputados.

CFK puso una mayoría de candidatos en la nómina de la Provincia de Buenos Aires, y no se esperaba otra situación política: su poder reside en el conurbano bonaerense, y la lista refleja ese estado partidario.

Massa tenía tres diputados propios en la Cámara Baja y mantendrá ese número a partir del 10 de diciembre de 2021. Otros nombres, pero idéntica representación de poder.

Alberto Fernández designó a Santoro en la Capital Federal. Y CFK colocó a Carlos Heller, que renovará mandato en Diputados. Massa, en silencio, apoyó esos nombres y sus vínculos con el aparato peronista.

Es cierto que la Vicepresidente está disconforme con el Gobierno de Alberto Fernández y que Massa comparte ciertas críticas puntuales. Pero los tres entienden como funciona el poder y ahora sólo se preocuparán por derrotar a Juntos en los comicios del 14 de noviembre.

Un día más tarde, cuando cada uno cuente sus victorias y derrotas, será el tiempo del cambio de Gabinete.

Antes del 10 de diciembre.