Alberto Fernández amenaza con declarar una moratoria unilateral frente al Fondo Monetario Internacional (FMI), si Estados Unidos no cede en su presión para que Argentina acepte un fuerte ajuste fiscal como condición para lograr la refinanciación de la deuda 44.000 millones de dólares que contrajo Mauricio Macri en 2018.

Kristalina Georgieva tomó nota del planteo presidencial y aguarda un gesto de la Casa Blanca para trazar una hoja de ruta que permita evitar una crisis institucional entre el Fondo y la Argentina. La directora gerente tiene predisposición para acercar posiciones, pero el Tesoro de los Estados Unidos mantiene una postura intransigente al respecto.

Joseph Biden desconfía de la agenda internacional de Alberto Fernández -por sus viajes a Rusia y China- y duda en hacer un gesto político que beneficie a Balcarce 50. Si Biden moviera, la Secretaria del Tesoro aplacaría su presión técnica sobre el programa presentó Martín Guzmán.

El 28 de enero, el Banco Central debe pagar 731 millones de dólares. Aún no se tomó la decisión de caer en una moratoria unilateral. La amenaza existe y nadie sabe si -finalmente- Alberto Fernández cumplirá con un advertencia que ya se conoce en el FMI y la Casa Blanca.