Joseph Biden recibió a Alberto Fernández en el Salón Oval y explicitó su apoyo al gobierno del Frente de Todos. Ese respaldo será esencial para lograr que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no complique la gestión de Sergio Massa ante el inevitable incumplimiento de las metas acordadas al momento de cerrar la renegociación de la deuda externa que dejó Mauricio Macri en 2019.
El FMI deberá desembolsar cerca de 7.000 millones de dólares hasta septiembre -que se usarán para repagar la deuda pendiente- y esos desembolsos sólo sucederán si Argentina cumple con las metas o el board del Fondo vota un waiver (perdón) a favor de la administración de Alberto Fernández.
Como están las cuentas fiscales, las reservas del Banco Central y la emisión monetaria, el apoyo de Biden serán fundamental para que el directorio del FMI dicte un waiver destinado a evitar que la economía sufra un nuevo cimbronazo. No hay manera de sostener el plan de estabilidad, si el Fondo no remite los desembolsos previstos en el crédito de Facilidades Extendidas.
Alberto Fernández, a su turno, deberá cumplir su parte del compromiso tácito cerrado con Biden en el Salón Oval. Estados Unidos considera a China un enemigo global e intenta aplacar su ofensiva en América Latina. Beijing planificó construir centrales nucleares en Argentina, vender aviones de combate a la Fuerza Aérea y multiplicar sus inversiones en la producción de litio, un insumo clave para las próximas décadas.
Esos tres proyectos claves de China en Argentina quedarán suspendidos hasta la llegada del próximo Gobierno. Si eso no pasara, el Fondo se atendrá al libreto oficial, los desembolsos nunca llegarán y el país quedará -de nuevo- al borde del default.