Javier se encamina a una victoria en los comicios del 22 de octubre, aunque todavía no hay certeza si ese triunfo implica llegar a la Casa Rosada en primera vuelta. El candidato de la Libertad Avanza considera que esa hipótesis es factible, y ordenó a su tropa que evite las declaraciones bizarras para sumar votos en la clase media desilusionada con Juntos por el Cambio.
En el slang del fenómeno político que lidera Milei, declaraciones bizarras aluden a comparar el Holocausto con la incapacidad de los funcionarios públicos o asegurar que el Cambio Climático es un situación que se resolverá cuando le interese al mercado.
En este contexto, la instrucción de Milei no apunta a cuestionar la mirada de las cosas que tienen sus eventuales ministros o representantes parlamentarios: su admonición interna consiste en esconder las opiniones propias para captar un voto desencantado con el establishment partidario. Se trata de disimular un pensamiento que podría rozar la anomia institucional o la incapacidad para entender cómo funciona el poder acá y en el mundo.
Milei tiene una ventaja: pocos en la Argentina leyeron Desde el jardín, el inolvidable relato de Jerzy Kosinski.