Antony Blinken llegó a Buenos Aires para ratificar que la administración de Joseph Biden definió a la Argentina como su aliado estratégico en América Latina. El secretario de Estado mantuvo una larga reunión con Javier Milei y su gabinete, y hasta se llevó el gesto político de visitar el balcón de Perón y Evita.

Blinken aterrizó en Aeroparque con una promesa entre bambalinas: MIlei aseguró a la Embajada de Estados Unidos que no se encontraría con Donald Trump en la cumbre conservadora montada para apoyar al candidato republicano a la Casa Blanca. Si esa reunión, contacto o photo opportunity finalmente sucede, el presidente habrá dañado su relación política con Biden, que detesta a Trump y su eventual programa de gobierno.

Milei tiene más afinidad ideológica con Trump, aunque reconoce el apoyo de Biden en sus primeras semanas en la Casa Rosada. Estados Unidos no tiene aliados firmes en la región y un abrazo de Milei con Trump pondría en una situación incomoda a la administración demócrata.

Biden ya es cuestionado por su agenda en Medio Oriente y ahora sumaría otra complicación internacional causada por Milei y su relación política con Trump, que tiene muchas chances de regresar a la Casa Blanca.