Joe Biden decidió suspender cierta provisión de armamento a Israel por sus dudas respecto a la eficacia del plan de guerra que definió Netanyahu para exterminar al grupo terrorista Hamas. El Presidente de Estados Unidos cree que una ofensiva total sobre Rafah (sur de Gaza) puede multiplicar la crisis humanitaria en la Franja.
Asimismo, Biden maneja información clasificada que asegura que brigadas de terroristas de Hamas regresaron al norte de Gaza, un escenario bélico que la Casa Blanca consideraba que estaba bajo el control de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
En este contexto, el líder demócrata y su staff plantearon a Netanyahu y su gabinete de guerra sus dudas respecto a la eficacia de la estrategia de combate aplicada hasta ahora. Israel tiene más potencial bélico que Hamas, pero en el terreno esa diferencia aparece menos elocuente.
La situación actual presenta una paradoja con final abierto: si Israel avanza con su criterio militar, será casi un paria en la comunidad internacional. Y al contrario, si baja la intensidad de su ofensiva, será muy difícil que extermine a Hamas en los próximos meses.