Hace un año, La organización terrorista Hamas asesinó, violó, mutiló y secuestro a cientos de judíos que aún permanecen cautivos en los túneles secretos de Gaza. Fue un ataque que sorprendió a la seguridad y la inteligencia de Israel, y que desató una ola de antisemitismo inédito alrededor del mundo.

Hamas cumple órdenes de Irán, que pretende transformar a Medio Oriente en un caos geopolítico para multiplicar su influencia mundial. El regimen de los ayatollahs está cumpliendo sus objetivos: Gaza y Líbano ya son escenarios de combate, e Israel prepara una ofensiva sobre Irán que protege a todas las organizaciones terroristas que operan en la región.

Mientras tanto, Estados Unidos e Israel tienen diferencias respecto al plan contra Teherán, y el diálogo entre Joe Biden y Benjamín Netanyahu es distante y protocolar. Pese al aniversario del ataque sangriento de Hamas, el presidente de los Estados Unidos y el premier israelí aún no han conversado. Se conocen desde hace 40 años, y los conflictos en Gaza y El Líbano han deteriorado la relación personal y política.

Pasó un año del atentado terrorista ejecutado por Hamas, y todavía se espera que los secuestrados regresen con sus familias. Se trata de una asignatura pendiente que el gobierno de Israel puso en un segundo plano, aunque Netanyahu sostenga lo contrario.