Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa avanzaron sobre Martín Guzmán para forzar su renuncia como ministro de Economía. Desconfiaban de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y concentraron todo su poder interno para trabar su esquema de segmentación de las tarifas públicas.
Al final. una tarde de julio, Guzmán renunció con un posteo en Twitter.
Y 42 días más tarde, Massa como ministro de Economía definió su propia segmentación de las tarifas de gas, luz y agua.
La segmentación de Massa implicó más ajuste que lo decidido por Alberto Fernández y Guzmán, y busca cumplir las metas acordadas por el exministro de Economía con el FMI y su directora gerente Kristalina Georgieva.
Es decir: las tarifas anunciadas por la secretaria de Energía responden al mismo objetivo político y económico de Alberto Fernández y Guzmán, pero a la velocidad de la luz.
Fue una decisión asumida por CFK y Massa.