Joseph Biden decidió facilitar la negociación de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ordenó al board que aplaque sus condiciones económicas para autorizar el crédito de Facilidades Extendidas que permitirá refinanciar la deuda de 44.000 millones de dólares contraída por Mauricio Macri en 2018.

La decisión del líder demócrata impactará en la agenda internacional de Alberto Fernández, que en su última gira exterior se mostró cercano a Vladimir Putin y Xi Jinping. Putin y Xi son los enemigos globales de Washington y apuestan a ocupar ciertos espacios geopolíticos que -por ahora-pertenecen a Estados Unidos y Occidente.

Putin pretende anexar dos provincias separatistas que aún pertenecen a Ucrania y China apoya esa decisión en las sombras. El Presidente planteó en su almuerzo en el Kremlin que Argentina siempre optará por una salida diplomática frente a los conflictos territoriales, un método de convivencia pacífica que no aplica en la estrategia global que ejecuta el exagente de la KGB.

Si finalmente Rusia invade Ucrania, Alberto Fernández no tendrá otra instancia que condenar esa acción bélica ilegal. Biden jugó cuando Argentina se lo pidió. Y ahora se acerca el momento de compensar la decisión política del Presidente de los Estados Unidos.

Quid pro quo.