Blog posts

Cayó Kabul

Cayó Kabul

Notas

La estrategia diplomática y bélica de los Estados Unidos fracasó -de nuevo- en Medio Oriente. Cuando la Unión Soviética invadió Afganistan en 1979, la Casa Blanca se apalancó en tribus y líderes locales para expulsar al Ejército Rojo que intentaba controlar un territorio clave por su ubicación y sus pozos de petróleo.

Ronald Reagan autorizó entrenamiento y fondos secretos para las tropas irregulares de un joven afgano con fuertes vinculaciones familiares en Arabia Saudita: Osama Bin Laden. La apuesta -en esa coyuntura geopolítica- dio resultado. Los rusos se fueron de Kabul y Bin Laden se convirtió en un referente para la CIA y el Departamento de Estado.

Pero Reagan, George W. Bush y Bill Clinton dejaron suelto a su creación fundamentalista, y Bin Laden perpetró los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono. Ocurrió hace casi 20 años, causando una tragedia inédita en territorio de los Estados Unidos.

A partir de ese momento, con la invasión a Irak y Afganistán, Washington desplegó una estrategia destinada a contener a los grupos fundamentalistas -Al Qaeda, los Talibanes, ISIS- y construir un sistema de convivencia que se acercara a ciertos parámetros institucionales que se aplican en las democracias occidentales.

Fue una nueva derrota de la geopolítica de los Estados Unidos. Los talibanes recuperaron Kabul, Joseph Biden ordenó retirar las tropas -como en 1975 lo hizo Gerald Ford en Vietnam-, y Afganistán quedó a merced del fundamentalismo musulmán.

Medio Oriente -otra vez- puede iniciar un efecto dominó con capacidad de causar cambios abruptos en una agenda global que ya está afectada por la pandemia, el cambio climático y la crisis económica.