Cristina Fernández de Kirchner justifica la derrota electoral en la compleja situación económica. Y cree que renunciando a Martín Guzmán todo mejorará en los comicios legislativos de noviembre.

Alberto Fernández coincide con la mirada de CFK, pero no comparte la drástica solución que plantea. Al contrario, el presidente considera que Guzmán es una pieza clave del Gabinete cuando aún está pendiente la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las diferencias de criterio entre Alberto Fernández y la vicepresidente prometen escalar en los próximos días. Y Guzmán será la excusa adonde se dirimirán las internas del Gobierno. La Cámpora y el Instituto Patria cuestionan al Presidente, y el Presidente responde que el domingo pasado perdieron todos los aliados del Frente de Todos.

Además del ministro de Economía, CFK exige la caída de Santiago Cafiero. El jefe de Gabinete es leal al Presidente y dará un pasó al costado si se lo pide. Alberto Fernández ya dijo que Cafiero no se va, al igual que Guzmán.

Esto implica un enfrentamiento directo del Presidente con la vicepresidente, que no está acostumbrada a repetir las órdenes políticas.

Se acerca la tormenta.