La Corte Suprema falló a favor de la Ciudad de Buenos Aires en su disputa contra el Gobierno por el recorte unilateral de la coparticipación federal. Alberto Fernández, presionado por los gobernadores peronistas que ya están en campaña electoral, decidió desconocer el fallo alegando que no se puede cumplir porque violaría los conceptos básicos del federalismo y las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En este contexto, como una salida transitoria e inédita, el Presidente ofreció pagar con bonos que vencen en 2031 y que no implican un flujo constantes de dinero como ordenó la Corte Suprema. Esa decisión del jefe de Estado fue rechazada por Horacio Rodríguez Larreta y cuestionada por los propios gobernadores peronistas que ya habían decidido desconocer el fallo y obviar toda compensación al Gobierno porteño.

Cristina se mantiene en silencio, no habla con Alberto Fernández y apoya la mirada de los mandatarios provinciales.

El desacato presidencial a la Corte implicará denuncias penales en su contra y la presentación de su juicio político en la Cámara de Diputados. Y al final del camino, si no hay sorpresas en el Cuarto Piso de Tribunales, se ordenará al jefe de Estado que cancele con pesos -no con bonos TX31- la deuda que tiene con la Ciudad por haber podado de manera unilateral su coparticipación federal.