Alberto Fernández iniciará un ajuste económico que pega de llenó en la clase media y en los jubilados. Sin la suspensión de la movilidad jubilatoria, en el próximo semestre los jubilados hubieran obtenido un incremento del 28 por ciento. Ahora todo depende de la decisión presidencial. Esta es una consecuencia política de la ley de Emergencia Económica que se sancionó con los votos del Frente de todos en la Cámara de Senadores.

La creación de un impuesto de extraordinario del 30 por ciento al uso de dólar en determinados casos -muy ligados a la vida cotidiana de la clase media- afecta a un sector social que ya venia muy golpeado por el plan de ajuste de Mauricio Macri. A diferencia de lo planteado en la campaña electoral, Alberto Fernández exprime recursos en la clase más dinámica de la sociedad argentina.

El Presidente se resistió a tocar determinados regímenes jubilatorios vinculados al poder real del país, y sólo retrocedió en su posición política cuando descubrió que en las redes sociales y en los portales periodísticos su imagen empezaba a caer como un piano. Alberto Fernández prometió que modificaría su propuesta en la Emergencia Económica, pero todo quedará postergado -de hecho- hasta marzo 2020.

La Casa Rosada considera suspender las paritarias por seis meses y conceder un aumento a los trabajadores registrados a través de un decreto presidencial. Y a la vez se sentará con los empresarios para evitar que haya ajustes en los precios de la canasta familiar. Se trata de un esquema económico que aplicó Juan Domingo Perón en sus tres mandatos.

El Día de la Marmota.