Durante la dictadura militar y cuando se marchaba para frenar las leyes de Punto Final, Obediencia debida y los indultos de Carlos Menem, nunca la vi a Cristina Kirchner en la Plaza de Mayo o frente al Congreso. CFK estaba en el Sur, y sobrevivió al régimen militar junto a su esposo Néstor Kirchner, que se movía con libertad por las calles de Santa Cruz.
Jorge Rafael Videla fue un general que llegó al poder con un golpe de Estado y fue responsable de una aparato de represión ilegal que actuó desde el 24 de marzo de 1976 al 9 de diciembre de 1983. Estos son los hechos, trágicos e irremediables. Sin embargo, CFK compara a Videla con Mauricio Macri, que es un presidente constitucional elegido en comicios libres y transparentes.
«24 de marzo de 1976 – 24 de marzo de 2019. Ayer y hoy: ajuste de salarios y jubilaciones, destrucción de la industria nacional, aumento de la pobreza, timba financiera y persecución a opositores políticos. Mismas políticas, mismos resultados», escribió CFK en su cuenta de Twitter.
La expresidente manipula la historia: durante la dictadura no era posible debatir los presupuestos, ni negociar paritarias, y menos aún actuar en un partido político. Se puede coincidir o no con la política económica de Macri, pero Nicolas Dujovne no es José Alfredo Martínez de Hoz, que impuso un plan de ajuste que se apoyó en la represión ilegal y la complicidad del poder civil de la Argentina.
Pero Cristina no está sola cuando se trata de revisar la historia. Las esposas de Julio de Vido y Amado Boudou estuvieron en la Plaza de Mayo reclamando por los exfuncionarios kirchneristas presos por corrupción pública. Para Alessandra Minnicelli y Mónica García de la Fuente, el exministro De Vido y el exvicepresidente Boudou son presos políticos que pagan en prisión su posiciones ideológicas. Nada más alejado de la realidad: De Vido y Boudou están detenidos por corruptos.
Cristina terminó con el prestigio de las Madres de Plaza de Mayo y de las Abuelas de Plaza de Mayo, dos instituciones que durante décadas reclamaron por los desaparecidos y se enfrentaron a los militares y a los presidentes que pretendieron enterrar la memoria y consagrar la impunidad en la Argentina. La familia Kirchner se aprovechó de la defensa de los derechos humanos para sumar prestigio institucional, mientras planeaban y ejecutaban múltiples fechorías para apropiarse de los fondos del estado nacional.
Néstor murió sin pagar sus probables delitos, y Cristina ya tiene 10 procesamientos y 5 pedidos de prisión preventiva. Durante la dictadura, Kirchner y Fernández jamás tuvieron serios problemas con el régimen castrense. Ese también es un hecho, a prueba de desmentidas y de relatos políticos.