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Enemiga

Enemiga

Notas

Un candidato presidencial elige a su compañero de fórmula asumiendo su peso propio en una campaña electoral. Y si finalmente llega a la Casa Rosada, ya sabrá que el vicepresidente (a) mutará de compañero a enemigo interno por su lógica voracidad política. El establishment siempre observa al vice como una variable de poder para construir un proyecto alternativo, y en los cuarenta años de democracia esa tendencia se repitió como un hábito fallido.

Victor Martínez en Semana Santa de 1987 conspiró con Raúl Alfonsín. Daniel Scioli opinó en contra de la política trazada por Néstor Kirchner para enfrentar al FMI. Carlos «Chacho» Álvarez renunció para señalar por corrupción a Fernando de la Rua. Alfredo Cobos voto por el No en la 125 que promovió CFK. Y CFK puso en marcha un golpe palaciego de cuatro años para convertir al gobierno de Alberto Fernández en papel picado.

Con Victoria Villaruel no hay sorpresa. Si respalda a los torturadores, porqué no conspiraría en contra de Javier Milei. Macri ya piensa en 2027, y Villaruel es Plan B. Su primer reflejo es continuar junto a Milei, pero el expresidente aprendió durante sus años en Olivos.

Villaruel tiene un cargo a prueba de decreto presidencial, y demostró que es resiliente al calor de la cocina. La crisis institucional es el Huevo de la Serpiente.