Horacio Rodríguez Larreta tiene la mejor imagen pública a nivel nacional, sin importar el origen político o económico del sondeo de opinión. Y sueña con la Presidencia en 2023. Un sueño que no es un secreto de Estado, y por eso se transformó en un blanco móvil del Gobierno y en la referencia obligada de Juntos por el Cambio.
Mauricio Macri jura que apoya la ambición política de Rodríguez Larreta y que su única intención es derrotar a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en los comicios presidenciales de 2023. El juramento de Macri no coincide con sus movimientos políticos adentro y afuera de la Capital Federal.
El jefe de Gobierno porteño desea que María Eugenia Vidal encabece la lista de diputados nacionales que se eligen en la Ciudad y privilegia su alianza táctica con Elisa Carrió y la Coalición Cívica. Rodríguez Larreta tiene en cuenta a Patricia Bullrich -la apuesta política de Macri-, pero considera que su discurso y su ambición complican su carrera hacia la Casa Rosada.
Rodríguez Larreta ya habló del tema con Macri. Y Macri le prometió que todo se iba a arreglar: fueron palabras que ya se evaporaron. Bullrich no acepta un segundo lugar en las listas de la Capital Federal y no tiene problemas en enfrentar a Vidal y Carrió en las PASO.
Bullrich se pintó la cara y desconoce el liderazgo de Rodríguez Larreta.
Macri está detrás. Sus memorias se llaman Primer Tiempo.