El delito está probado. Y el juicio oral iba a terminar en condena contra Cristina Fernández de Kirchner, sus hijos y sus socios.
Pero el poder político se impuso sobre las evidencias. Y ahora hay que esperar que la Cámara de Casación revierta un fallo judicial que se asemeja a la democracia en agonía.
La causa Hotesur-Los Sauces debería ser lectura obligada en todas las facultades de derecho que enseñan lavado de dinero, delito precedente, abuso de poder, incumplimiento en los deberes de funcionario público y manipulación mediática.
Menem lo hizo.
Cristina también.