Alberto Fernández fue imputado por haber autorizado y participado del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez que se festejó en la quinta de Olivos cuando estaban prohibidas todas las reuniones sociales en el conurbano bonaerense. El Presidente aseguró que no hay delito -porque no hubo contagio- y solicitó su sobreseimiento al juez federal Sebastián Casanello. A cambio, propuso pagar una multa con la mitad de su sueldo como jefe de Estado durante cuatro meses consecutivos.
La imputación al Presidente provocó un fuerte malestar a Cristina Fernández de Kirchner y la Cámpora. CFK y Máximo Kirchner cuestionan la gestión de Alberto Fernández y consideran que la Fiesta de Olivos es un escándalo que afecta la imagen del Frente de Todos y sus posibilidades en las PASO.
El jefe de Estado busca que su propuesta de reparación económica y posible sobreseimiento ocurra antes de las elecciones del 14 de noviembre, pero se trata de una aspiración con final abierto. El fiscal federal Ramiro González, que investiga la celebración en Olivos, se moverá con cautela para evitar cuestionamientos políticos en plena campaña.
En Comodoro Py consideran que Alberto Fernández está confeso y que la opinión pública ya no soporta una nueva desilusión del Poder Judicial. Pareciera que al Presidente no le va a alcanzar con el pedido de disculpa y el pagó de la multa.