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Juicio político a Rafecas

Juicio político a Rafecas

Notas

Cuando intentaba seducir a la comunidad judía para que apoyara el Memorándum con Irán, El excanciller Héctor Timerman dijo que el atentado a la AMIA había sido ordenado en Teherán. Esa conversación telefónica fue grabada por uno de los interlocutores y luego revelada por el colega Daniel Santoro. Tiempo después, Timerman fue imputado por el delito de Traición a la Patria y la causa fue objeto de innumerables chicanas judiciales para evitar que el excanciller terminará condenado por una jugada diplomática que sugirió la dictadura de Siria, avaló el gobierno de Venezuela y compró Cristina Kirchner y sus desconocimiento absoluto de la geopolítica en Medio Oriente.

La semana pasada, en un fallo que pasó prácticamente desapercibido, la Cámara Federal porteña (sala II) terminó con las chicanas de Timerman, reconoció la validez jurídica de la conversación grabada y ordenó que el juez Claudio Bonadio avanzara para determinar la responsabilidad penal del excanciller peronista. Aún más, como se asume que la grabación con el testimonio de Timerman es un hecho nuevo, la Cámara federal deja abierta la posibilidad de exhumar la denuncia por encubrimiento contra Cristina que le costó la vida al fiscal federal Alberto Nisman.

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Daniel Rafecas rechazó in limine la denuncia de Nisman y la archivó sin contemplaciones. Ahora, con el hecho nuevo del testimonio de Timerman, el expediente por presunto encubrimiento de CFK se puede abrir e iniciar una pesquisa que es necesaria para determinar la responsabilidad penal de la expresidente. Como hubo rechazo in limine, la causa no tuvo estado judicial, y como no tuvo estado judicial no viola el principio constitucional que prohíbe juzgar dos veces por el mismo hecho a la misma persona.

Si la denuncia de Nisman se abre a prueba, Rafecas puede tener los días contados. Sólo hace falta que se presente su juicio político en el Consejo de la Magistratura, que los miembros de la comunidad judía revelen qué les dijo cuando frente a sus narices firmó el rechazo in limine de la denuncia de Nisman y que el peronismo deje de sostener a un magistrado que protegió a Cristina en su peor momento político.

En la Casa Rosada, no quieren a Rafecas. Y si el caso avanza en el Consejo de la Magistratura, no harán nada para detenerlo. 

Alea Jacta est.

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