Mauricio Macri se aprovechó de la derrota de Patricia Bullrich para implosionar a Juntos por el Cambio. Macri se ha corrido a la derecha, y su mirada política ya se parece a la perspectiva que Javier Milei tiene sobre el mundo y sus circunstancias. Entonces, el expresidente optó por su ego político en lugar de apostar a una coalición opositora que podía ser una alternativa de poder hacia adelante.
Macri se movió en las sombras para seducir a Milei, después convenció a Bullrich de romper con Juntos por el Cambio, y finalmente, avanzó contra la Unión Cívica Radical, que siempre consideró un partido menor. Sergio Massa mira desde la platea y se relame ante un escenario de balotaje que no estaba en sus cálculos electorales.
Es poco probable que la mayoría de los votos de Juntos por el Cambio viajen a La Libertad Avanza, y no se puede descartar que el aparato radical apuesta a Massa. Sería una venganza contra Macri, que juega con un candidato que propone dolarizar, romper el Mercosur, terminar las relaciones diplomáticas con China y privatizar la sustentabilidad del medio ambiente.
El 19 de noviembre se sabrá si Macri tiene astucia palaciega, o su tiempo político ya se ha terminado.