En un movimiento teñido de marketing político, Sergio Massa logró que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner aceptaran ocupar un mismo espacio físico para sustentar su candidatura presidencial. Massa apuesta a la unidad del peronismo para vencer en las PASO a los candidatos de Juntos por el Cambio -Patrica Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta-, y tras ese objetivo electoral convenció al presidente y la vicepresidenta para que compartan el acto público de inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK).
La cita de la Pax Armada entre Alberto Fernández y CFK es el próximo 9 de julio y ya empezaron a correr las invitaciones para los miembros del gabinete, los gobernadores, los legisladores oficialistas, los intendentes del conurbano y la militancia que responde a Sergio Massa y Máximo Kirchner, líder de la Cámpora.
El candidato Massa desea que la opinión pública crea que logró la unidad del justicialismo para sostener su candidatura presidencial y que Alberto Fernández y Cristina depusieron sus armas a favor de su carrera hacia la Casa Rosada. Se trata de una aspiración posible que se puede hundir irremediablemente si CFK suelta su lengua.
Por eso, los organizadores del acto insisten en que Massa sea el único orador del evento en el pueblo de Saliqueló. Alberto Fernández y Cristina aún no decidieron qué hacer antes de la inauguración formal del gasoducto construido en tiempo record. Massa, el presidente y CFK saben que una chispa en ese lugar puede terminar en una explosión histórica.