Javier Milei definió un programa económico que se ajusta a las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero en Washington existe una profunda desconfianza sobre las promesas de la Argentina que incumplió todos los acuerdos sellados por Mauricio Macri y Alberto Fernández.
En este escenario, Luis Caputo tendrá una compleja tarea para lograr un acercamiento con el board del FMI que permita evitar un eventual default en enero de 2024. Ese mes vence una cuota de casi 2.000 millones de dólares y no hay reservas en el Banco Central para cancelar la deuda con el organismo multilateral de crédito.
El gobierno necesita un Staff Level Agreement (SLA) para avanzar en la negociación con el board del Fondo, y esa base de entendimiento aún está en proceso de negociación. Caputo explicó a la burocracia de Washington que el programa económico de MIlei sobrepasa cinco veces las exigencias del board, un argumento que es tomado con cautela en el despacho de Kristalina Georgieva.
La directora gerente del FMI ya se defraudó con Macri y Alberto Fernández, y con la lección aprendida, escucha a Milei y espera que Argentina ejecute un plan sustentable antes de avalar un desembolso de 3.500 millones que dólares servirían para cancelar los vencimientos de enero y febrero.
MIlei todavía no tiene el swap de China, y ya utilizó el salvavidas de la CAF para pagar un vencimiento de diciembre. Ahora deberá apurar la negociación con el FMI, si quiere esquivar un default en enero. Una posibilidad de difícil ejecución ante las fiestas de fin de año.
Washington ya entra en receso, y todo quedará postergado hasta la segunda semana de enero de 2024. El tiempo juega en contra de Argentina.