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Moyano no quiere ir al banco

Moyano no quiere ir al banco

Notas

Mauricio Macri no quiere a Hugo Moyano como jefe de la AFA. El Presidente también desconfía de Marcelo Tinelli, pero es un mal menor. Tinelli aún no desea pujar por la Casa Rosada, mientras que Moyano sí. Y Macri no hará nada para que el líder sindical –conocido por su propensión en usar los camiones en provecho propio–, se quede con el control de un joystick que manejó Julio Grondona durante más de 30 años. Entonces, el Presidente hará todo lo posible para poner a Tinelli al frente de la AFA, aunque ello implique una intervención, una ruptura o hasta la postergación del fútbol hasta la primavera.

El plan en Balcarce 50 consiste en lograr un aval en la FIFA, por eso Fernando Marín –encargado de Fútbol Para Todos– viajó a Zurich para informar sobre la crisis política de la AFA y obtener un explícito respaldo institucional. Tras la gestión de Marín, llegará Rodolfo D´Onofrio a la ciudad alpina para añadir que los clubes más grandes del país –con excepción de Independiente– juegan al lado de Macri y sus intenciones políticas. El presidente de River sabe desde joven como funciona el poder y no quiere a Moyano en la misma oficina que ocupaba Don Julio.

Si el viaje a Zurich funciona, D’Onofrio, Daniel Angelici y Cia terminarán de diseñar los próximos pasos. Esto es: lanzamiento de la Superliga, rosca para lograr los votos en la AFA para Tinelli y anuncio oficial junto al presidente Macri. Tienen poco tiempo y el apoyo implícito de la Casa Rosada.

Pero no hay que olvidar que Moyano está en frente. El líder sindical denunció a Fernando de la Rúa por la Banelco, y a los pocos meses, el gobierno de la Alianza era sólo una construcción mediática. Después hizo negocios formidables con Néstor Kirchner, enfrentó a Clarín sin transpirar y cruzó de carril cuando Cristina se negó a bancar su proyecto político. Lo mismo que Macri está haciendo ahora.

Moyano moviliza, tiene caja y una piel resistente. Posee además los votos del ascenso para trabar la elección de Tinelli y una coyuntura social que favorece la ofensiva directa contra Balcarce 50. Sin olvidar el guiño de Clarín: que no quiere que la Superliga sea comprada por Turner, un adversario mediático y político del multimedio que manejaba Fútbol de Primera.

Al final del sainete, puede ocurrir que Tata Martino cobre su honorario como director de la Selección Nacional. Un escándalo que, por ahora, ni Tinelli, ni Moyano se preocuparon por arreglar.

Ellos están en los asuntos importantes.