Argentina negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo programa para 2025. Javier Milei y Luis Caputo creen que se podría llegar a un acuerdo para mediados de año, tras la asunción de Donald Trump en la Casa Blanca.
Sin embargo, el presidente y su ministro de Economía tienen obstáculos políticos a resolver.
Kristalina Georgieva y su staff no están dispuesto a avalar un desembolso extra para fortalecer las reservas del Banco Central y abrir el cepo financiero. Argentina solicita entre 11.000 y 20.000 millones de dólares, y la directora gerente del FMI rechaza esa posibilidad.
Sólo la voluntad política de Trump podría hacer polvo esa traba técnica desplegada por la burocracia del FMI.
Asimismo, MIlei y Caputo necesitan que el posible acuerdo con el Fondo sea aprobado en ambas cámaras del Congreso. Una posibilidad incierta frente al año electoral y al escaso consenso político en el Parlamento.
Georgieva y el board del FMI consideran un éxito el plan económico del Gobierno, y están dispuesto a aprobar un nuevo programa. Pero se resisten al desembolso extra y exigirán que Milei y Caputo logren la sanción legislativa.
Cuando concluya el receso de fin de año, Caputo y su equipo llegarán a las oficinas del FMI en Washington. No será una negociación fácil.