Una investigación periodística de Luis Majul y la posterior denuncia judicial de Graciela Ocaña complican la situación jurídica de Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Capitanich, tras una exhaustiva auditoría en la AFA ordenada por María Romilda Servini de Cubría. Se trata de explicitar la responsabilidad penal de los exjefes de Gabinete en el desvío de 170 millones de pesos destinados a financiar el denominado Fútbol para Todos, un invento de Cristina Fernández para debilitar a Clarín y multiplicar el relato oficialista.
No se cuestiona que el Poder Ejecutivo haya decidido transmitir los partidos sin costo, frente a la posición de Clarín que manipulaba la pasión a su antojo. Pero CFK transformó el fútbol en una operación de acción psicológica y a sus empleados en presuntos cajeros de un negocio con nombre y apellido. «Tienen que preguntarle eso a Capitanich, Aníbal Fernández y Abal Medina», dijo Gabriel Mariotto cuando se lo interrogó acerca del oscuro manejo de los 9.000 millones de pesos que financió el denominado Fútbol para Todos.
Servini de Cubría es la jueza que mejor entiende los mecanismos de poder de la Argentina. Tiene una fina sensibilidad para entender los cambios de humor en la sociedad, y jamás cita a indagatoria a un exfuncionario si ya no tiene decidido su procesamiento. La Chuchi, como se conoce en Tribunales, junta pruebas, escucha a testigos y después ejecuta sin transpirar. Aprendió de Jorge Antonio, un empresario venal que protegió a genocidas nazis, fue amigo de Juan Domingo Perón y guía espiritual de Carlos Menem.
«En virtud del impulso fiscal y las probanzas del expediente, estimo que existen motivos suficientes para realizar imputación formal a quienes tuvieron a cargo el manejo, la administración y/o distribución de los fondos público destinados al programa Fútbol para Todos, directivos de AFA, así como los sucesivos jefes de Gabinete de Ministros, responsables del mismo en el período 2009-2015», sostiene la decisión procesal de Servini de Cubría.
CFK siempre pretendió hacer historia en la Argentina. Y al final, logró su objetivo con Fútbol para Todos: es la primera vez en la justicia federal que se imputa y eventualmente se procese «por la comisión de ilícitos» a tres exjefes de Gabinete que actuaron bajo las órdenes de un mismo Presidente de la Nación. Hay un desvío de fondos por 170 millones de pesos, pero el número puede crecer aún más cuando se profundice la investigación penal, que también involucra a importantes autoridades de la AFA.
Anibal, Abal Medina y Capitanich saben de fútbol. Y conocen a Servini de Cubría y su instinto de supervivencia institucional.
En el juzgado de la Chuchi, penal bien pateado es gol.