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Peón cuatro rey

Peón cuatro rey

Notas

Francisco apoya y protege a un sector del peronismo que pretende derrotar a Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2019. Hugo Moyano  lidera ese sueño de poder y el Papa puso a disposición la basilica de Luján y la homilía del arzobispo Agustín Radrizzani, que saludó en el atrio al sindicalista acusado de lavar dinero, fraude y asociación ilícita. «Nuestro pueblo tiene que ser artífice de su propio destino, sin tutelajes ni injerencias», opinó Radrizzani frente a una multitud movilizada por el peronismo bonaerense y los gremios aliados a la familia Moyano.

El arzobispo Radrizzani saluda al sindicalista Moyano tras su homilía en la basílica de Luján

El Papa tiene una relación fría y distante con el Presidente, que se agravó con la decisión del Gobierno de proponer al Congreso una ley para legalizar el aborto. En Roma no comparten la estrategia económica de Macri y rechazan el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una mirada de la agenda nacional que es compartida por el peronismo en sus distintas variantes. Francisco optó por apoyar a Moyano y un puñado de dirigentes que brilló cuando Cristina Fernández ocupaba la Casa Rosada. Poco importó que muchos de ellos están acusados de corrupción o gobernaron durante años sin instalar las cloacas que prometieron en todas las campañas electorales.

Fernando Espinoza, ex intendente de la Matanza, se abraza con Moyano antes de la homilía bendecida por Francisco

El Papa está alejado de Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey. Y la movilización a Luján demostró que su mirada crítica a Macri mutará en apoyo electoral a CFK, que cerró una tregua con Moyano y avaló en silencio la homilía del arzobispo Radrizzani. El Vaticano ayudó a María Eugenia Vidal en su victoria electoral sobre Aníbal Fernández y ahora apuesta por Cristina, Moyano y su aliados políticos. En Luján estuvieron Adolfo Pérez Esquivel, Daniel Scioli, Juan Grabois, Felipe Solá, Wado de Pedro, Julián Domínguez, Roberto Baradel, Verónica Magario, Guillermo Moreno y Omar Plaini, entre otros dirigentes con suficiente poder para empujar una candidatura presidencial.

Francisco movió clásico (p4r), avalando al sindicalismo y a viejos dirigentes que desean volver al poder. Le toca jugar a Macri, que en un mismo escenario tiene que resolver la crisis económica, atenuar la influencia del Papa y derrotar al peronismo, que ya negocia la unidad interna y la impunidad en Comodoro Py para sus figuras más acusadas y relevantes.

Macri y Francisco. Frío y desconfianza