El Departamento de Estado prohibió el ingreso de Cristina Fernández de Kirchner a Estados Unidos. La decisión fue asumida por Marco Rubio -secretario de Estado- quien ya había reclamado esa condena política a Joe Biden, cuando todavía era senador por Florida. La administración demócrata nunca contestó ese iniciativa, que ahora se ejecutó bajo la presidencia de Donald Trump.
CFK no está sóla: la Casa Blanca también ordenó que no se le pueden dar visas a Florencia y Máximo Kirchner, y al exministro Julio de Vido y su esposa Alessandra Minnicelli.
La prohibición contra Cristina se vincula con sus casos penales. Rubio apeló a una norma que le otorga la facultad de cancelar visas a funcionarios o exfuncionarios que hubieran violado derechos humanos o hayan sido condenados por corrupción.
Es la primera vez que un expresidente de la Argentina ingresa en la lista negra de los Estados Unidos.
Y es probable que sea para siempre.