Una decisión diplomática asumida por Mauricio Macri sin demoras bloqueó la visita a Colombia de Moshen Rabbani, imputado en el atentado a la AMIA y prófugo de la justicia argentina. El diario árabe Asharq Al-Awsat informó que Rabbani visitaría Colombia junto a una delegación de la Guardia Revolucionaria para profundizar el intercambio comercial con ese país latinoamericano. Y Colombia no había puesto reparos judiciales o políticos, pese a que el sheik fundamentalista es buscado por Interpol como terrorista internacional. Si la Casa Rosada no hubiera actuado con celeridad, Rabbani habría viajado desde Teherán a Bogotá sin problemas. Ahora, quedó claro que no puede abandonar Irán.

La posición Macri contrasta con la pasividad de Cristina Fernández, que no hizo nada para evitar que Ahmad Vahidi, exministro de Defensa iraní y acusado de autor ideológico del ataque a la AMIA, llegará a Bolivia como invitado oficial de Evo Morales. Esa visita ocurrió en 2011, cuando la expresidente ya negociaba el memo con Irán para enterrar la investigación de la causa AMIA.

Con la información publicada del El diario árabe Asharq Al-Awsat, la comunidad judía y la embajada de Israel tomó contacto con Balcarce 50, que inmediatamente puso en marcha un dispositivo diplomático que involucró a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al embajador argentino en Colombia, Marcelo Stubrin. El staff de Bullrich informó sobre la eventual visita a Interpol y Stubrin alertó al gobierno colombiano. De esta manera, el cerco quedaba cerrado y Rabbani ya no tenía manera de salir de Irán sin caer detenido en Bogotá.

Algún día pagará, Cuestión de tiempo.