Alberto Fernández protagonizó un acto de apoyo organizado por la UOCRA que desnudó su soledad en el poder. El Presidente apenas convocó a un gobernador, faltaron ministros y secretarios que responden a las órdenes de Cristina Fernández de Kirchner y los intendentes del conurbano esquivaron una foto política que puede complicar su propia interna partidaria.
El jefe de Estado casi no tiene imagen positiva y su gestión de gobierno es criticada por el 60 por ciento de la sociedad. Estos números explican la soledad de Alberto Fernández en un escenario montado por el sindicalista Gerardo Martínez, que siempre apoyó al presidente de turno sin importar su origen partidario o perspectiva ideológica.
Alberto Fernández sueña con su reelección, y pensó que el acto de la UOCRA podía implicar una señal política en ese sentido. Fue un error proselitista que ratificó su debilidad partidaria y confirmó el vacío interno que sufre por las órdenes directas de Cristina.
La Vicepresidenta considera que el Presidente traicionó los ideales del Frente de Todos y no hará nada para fortalecer una administración peronista puesta en jaque por la inflación, la crisis global y la guerra de guerrillas que se despliega desde el Instituto Patria.
El acto de UOCRA explicitó la soledad política de Alberto Fernández. Una circunstancia institucional que será difícil de remediar en los próximos meses y que ya afecta al gobierno y sus planes futuros.