Patricia Bullrich pone en jaque la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta. Ella asume los reclamos de la oposición más dura y crece con una estrategia electoral que aprendió cuando militaba en el peronismo. Las encuestas son volátiles, y faltan cinco meses para las PASO, pero Bullrich consolidó una tendencia que va más allá de un fenómeno político coyuntural.
Rodríguez Larreta debe tomar una profunda decisión política si no quiere perder la partida. El jefe de Gobierno porteño tendría que endurecer sus críticas al kirchnerismo, y dejar para el balotaje la propuesta de fortalecer el centro ideológico ante una sociedad que está rota y exige un líder opositor que contraste -todos los días- con la administración de Alberto Fernández y Cristina.
Juntos por el Cambio dependerá de Javier Milei para acceder a Balcarce 50, y Bullrich expresa un discurso político que lo pone más cerca del diputado nacional que cuestiona al establishment y se mantiene con las charlas que ofrece a sus principales referentes locales.
El Frente de Todos puede ser derrotado por Juntos por el Cambio. Y si no hay sorpresas internas -Mauricio Macri, por ejemplo-, el futuro político estará en manos de Bulrrich o Rodríguez Larreta. Dos candidatos que se recelan, y sueñan con cumplir su sueño el próximo 10 de diciembre.