Francisco rechaza el programa económico de Mauricio Macri y apoya una movida política que implica juntar a todas las partes del peronismo. El Papa no objetó la misa frente a la Catedral de Luján y no consideró que fuera un desmérito que sindicalistas acusados de corrupción hubieran organizado la ceremonia religiosa que tuvo a miles de fieles escuchando una homilía que no hizo una sola mención a la corrupción estructural del kirchnerismo.
Cristina Fernandez es la pieza clave de la nueva entente justicialista. Tiene millones de votos en la provincia de Buenos Aires y una voracidad política que recuerda a Juan Domingo Perón, Evita, José López Rega, Carlos Menem y Néstor Kirchner. CFK quiere volver a la Casa Rosada y no dudó en cerrar una alianza táctica con Sergio Massa, que enterró su proyecto re- reeleccionista cuando triunfó en los comicios de 2013.
Massa y Cristina sumaron a gobernadores, diputados y senadores, y en una rápida movida lograron derrotar a Cambiemos en su intención de reforzar su influencia política en el Consejo de la Magistratura. Esta astuta jugada implicó que Wado de Pedro y Graciela Camaño asumieran como consejeros y que Cambiemos perdiera un voto en el resorte institucional mas importante para designar y echar jueces.
La movida peronista apoyada en Santa Marta provocó conmoción en la Casa Rosada. Mauricio Macri tiene un puñado de operadores judiciales, que durmieron la siesta cuando CFK y Massa cerraron filas. El Presidente no pudo frenar esa operación política y a continuación se abrió una crisis en Cambiemos: la Unión Cívica Radical cuestionó la impericia del gobierno en este caso y Elisa Carrió cargó contra Rogelio Frigerio, que negoció el presupuesto 2019 con la mayoría de los diputados, senadores y gobernadores peronistas que durmieron al oficialismo.
La jugada diseñada por CFK y Massa no sólo puede entorpecer la investigación de ciertos casos de corrupción –Cuadernos, por ejemplo-, sino que también es una señal hacia adonde se dirige el peronismo ante los comicios presidenciales 2019. Macri sólo quería a Cristina enfrente, una estrategia que debería revisar a máxima velocidad. El justicialismo inició un proceso de unificación en un escenario de crisis económica. Es una ventaja frente a un gobierno que apostó una cuota de su futuro al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).